miércoles, 12 de octubre de 2011

Ecologia moderna y conciencia verde, Ecologistas de ciudad


No puedo evitar reirme cuando pienso en la ecologia moderna y en la conciencia verde de los ecologistas que habitan en las grandes ciudades, a mi que me encanta el campo y he tenido ocasion de compartir interminables charlas con pastores, ganaderos y agricultores bien entrados en años me parece de chiste que unos ecologistas verdes con melenas le vengan a dar lecciones de ecologismo a esos pastores y agricultores que han nacido y vivido toda su vida en y para el campo, en una armonia plena con la naturaleza.

Me han enviado un email que refleja muy bien como era esto de la ecologia hace mucho tiempo y como la conciencia verde de los ecologistas modernos no deja de ser una trapallada absurda de señoritos de ciudad que solo conocen el campo por que se dan un paseo por el bosque de vez en cuando.

El relato se llama la onda verde y por el lenguaje utilizado parece haberse escrito originamente en algun pais de sudamerica, pero para los que tenemos cierta edad y vivimos en los tiempos de Franco y los inicios de la democracia en España, mucho antes de la aparicion de estos ecologistas modernos de conciencia verde, esta muy vivo el recuerdo de lo que era vivir en armonia con la naturaleza sin presumir de conciencia ecologica :

LA ONDA VERDE :

En la fila del supermercado, el cajero le dijo a una señora mayor que debería traer su propia bolsa de compras ya que las bolsas plásticas no eran buenas para el medio ambiente.

La señora pidió disculpas y explicó: "Es que no había esta onda verde en mis tiempos."El empleado le contestó: "Ese es nuestro problema ahora. Su generación no tuvo suficiente cuidado para preservar nuestro medio ambiente."

Tenía razon -- nuestra generación no tenía esa onda verde en esos tiempos.

En aquel entonces, las botellas de leche, las botellas de gaseosas y las de cerveza se devolvían a la tienda. La tienda las enviaba de nuevo a la planta para ser lavadas y esterilizadas antes de llenarlas de nuevo, de manera que podían usas las mismas botellas una y otra vez. Así, realmente las reciclaban.

Pero no teníamos onda verde en nuestros tiempos.

Subíamos las gradas, porque no había escaleras mecánicas en cada comercio y oficina. Caminábamos al almacén en lugar de montar en nuestro vehículo de 300 caballos de fuerza cada vez que necesitábamos recorrer dos cuadras.

Pero tenía razón. No teníamos la onda verde en nuestros días.

Por entonces, lavábamos los pañales de los bebés porque no había desechables.

Secábamos la ropa en tendederos, no en esas máquinas consumidoras de energía sacudiéndose a 220 voltios -- la energía solar y eólica secaban verdaderamente nuestra ropa. Los chicos usaban la ropa de sus hermanos mayores, no siempre modelitos nuevos. Pero esa señora está en lo cierto: no teníamos una onda verde en nuestros días.

En ese entonces teníamos una televisión, o radio, en la casa -- no un televisor en cada habitación. Y la TV tenía una pantallita del tamaño de un pañuelo (se acuerdan?), no una pantallota del tamaño de un estadio.En la cocina, molíamos y batíamos a mano, porque no había máquinas eléctricas que lo hagan todo por nosotros.Cuando empacábamos algo frágil para enviarlo por correo, usábamos periódicos arrugados para protegerlo, no plastoformos o bolitas plásticas.En esos tiempos no encendíamos un motor y quemábamos gasolina sólo para cortar el pasto. Usábamos una podadora que funcionaba a músculo. Hacíamos ejercicio trabajando, así que no necesitábamos ir a un gimnasio para correr sobre pistas mecánicas que funcionan con electricidad.

Pero ella está en lo cierto: no había en esos tiempos una onda verde.Bebíamos de una fuente cuando teníamos sed, en lugar de usar vasitos o botellas plásticos cada vez que teníamos que tomar agua.Recargábamos las plumafuentes con tinta, en lugar de comprar una nueva y cambiábamos las hojillas de afeitar en vez de echar a la basura toda la afeitadora sólo porque la hoja perdió su filo.

Pero no teníamos una onda verde por entonces.

En aquellos tiempos, la gente tomaba el tranvía o un omnibus y los chicos iban en sus bicicletas a la escuela o caminaban, en lugar de usar a la mamá como un servicio de taxi de 24 horas.Teníamos un enchufe en cada habitación de nuestra vivienda , no un banco de enchufes para alimentar una docena de artefactos. Y no necesitábamos un aparato electrónico para recibir señales de satélites a kilómetros de distancia en el espacio para encontrar la pizzería más próxima.

Así que ¿no les parece lamentable que la actual generación esté lamentándose cuán botarates éramos los viejos por no tener esta onda verde en nuestros tiempos?
Envíele esto a otra persona a la que piense que le hace falta una lección sobre conservación de parte de un pendejo.La Onda Verde

1 comentario:

Jgardur dijo...

Esta carta es genial, no podría explicarse mejor.