lunes, 30 de diciembre de 2013

Perroflauta evita un atraco en el banco : Preferentes

Rescato del foro burbuja.info un excepcional relato de un forero llamado Perroflauta relatando como evito un atraco en el banco con un humor acido, ironia y sobre todo muy meritorio por que aun no habia estallado el escandalo de las preferentes .

   Blesa y sus compinches de las cajas de ahorros españolas expoliadas no hubieran podido robar a tantos viejecitos indefensos si esta historia se hubiera difundido por la #RED cuando se publico a principios de 2010 .

Foto de un trabajador del banco atracando con preferentes


      HOY HE EVITADO UN ATRACO EN EL BANCO

Estimados conforeros, burbujos todos

No es propio de servidor, sin duda alguna la persona más modesta sobre la faz de la tierra, relatar hazañas personales. Me permitiré sin embargo una excepción para haceros partícipes del atraco que he logrado frustrar en el día de hoy

Hallábame esta mañana realizando unas chapuzas la mar de hogareñas cuando recibo la llamada de mi santa madre solicitando que le acompañase a su caja amiga para informarse sobre unos productos que le habían ofrecido por teléfono días antes. Hasta hace poco tiempo, mi madre no hubiese requerido mi presencia para este menester pero su confianza en el banco ha menguado un tanto desde que el anciano Don Zutanito (Benidorm le guarde muchos años), su empleado de banca de toda la vida, fue prejubilado a la avanzada edad de 54 años y sustituido por la señorita Adecco.

De cualquier modo no necesitó pedírmelo dos veces. Interrumpí en el acto mis tareas y, ataviado aún con el mono de faena y mis perroflaúticos accesorios, acudí exultante de altruismo en auxilio de mi progenitora, sin otro interés egoísta más allá de informarme de la cuantía de la futura la herencia y acumular puntos de cara al reparto de la misma.

Una vez llegó nuestro turno pude observar como, al aproximarnos a la mesa, Miss Addeco me recibía con una encantadora mirada de asco sin duda motivada por mi peculiar indumentaria al tiempo que, sin el menor disimulo, procedía a retirar de la mesa todo objeto susceptible de ser distraído, desde bolígrafos a llaveros pasando por tijeras y grapadoras.

Su actitud varió cuando mi progenitora se identificó como la clienta a la que habían ofrecido una serie de productos telefónicamente. Desde ese momento, Miss Adecco mantuvo una educada indiferencia hacia servidor y una exquisita atención hacia mi santa. Comenzó ofreciéndole anodinos depósitos de entre el dos o tres por ciento de interés a un año y, cuando su verborrea comenzaba a sumirme en un agradable sopor, tuvo lugar el intento de atraco. 

A cara descubierta y de forma cuidadosamente planificada, Miss Adecco espetó a mi indefensa madre: “ Pero tenemos unos depósitos especiales para clientes como usted que pueden dar un 6% los primeros cinco años y después ……” .Durante unos instantes quedé petrificado mientras la atracadora apuntaba a la cabeza de mi madre con sus preferentes. Afortunadamente los años de entrenamiento en el foro me permitieron reaccionar adecuadamente: incliné mi cuerpo hacia la silla de mi madre interponiéndome entre ella y la atracadora con el fin de captar la atención de esta última e impedir el robo.

-“ Esos depósitos especiales … ¿ no serán preferentes por casualidad verdad ?”- . Pregunté tendenciosamente clavando mi pupila en su pupila azul.

-“ Ehhh, ummmm , esto …., a ver ¿ conoces el producto? “-. Balbuceó la delincuente, sin duda sorprendida porque el pordiosero que la interpelaba conociese el modelo de su arma.


En un ejercicio de autocontención respondí con un educado:“ Lo siento pero creo que no nos ajustamos al perfil del producto. Puede usted proponérselo a su madre no vaya a ser que por nuestra culpe se agote la promoción y no pueda disfrutarlo. Buen día.”-. 

Sin dar ocasión a que la atracadora se recuperase, aproveché el factor sorpresa para agarrar del brazo a mi madre y comenzar a andar hacia la puerta sin perder de vista a Miss Adecco en ningún momento.

Una vez fuera aún me vi obligado a aguantar la reprimenda de mi santa por mis malos modos y la vergüenza que le había hecho pasar. Dediqué el resto del camino a casa a explicarle en qué consisten grosso modo las preferentes. Entonces cambiaron las tornas y fui yo el que tuve que aplicar a mi propia madre técnicas de contención para evitar que, convertida en Lynch Woman, volviese al banco a ajusticiar con sus propias manos a Miss Adecco.

Me gustaría concluir avisándoos sobre este peligroso grupo de atracadores, conocidos como “La Banda del Frob” que, aprovechando sus contactos en el interior de los bancos, se dedican a atracar a los sufridos usuarios, preferentemente mayores, muchos de los cuáles no serán conscientes del robo sufrido hasta que sea demasiado tarde. 

Un saludo y tengan cuidado ahí fuera.

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